sábado, 26 de febrero de 2011

Despidiendo a Cartagena...

Hoy a las diez de la mañana teníamos que encontrarnos con Silvana y Manuela en la torre del reloj para pasar la mañana todas juntas. Y qué pasó?! Nos quedamos dormidas...
Recién abrimos los ojos a eso de las doce, y lo primero que pensamos fue en las pobres dos chicas esperándonos y nosotras sin aparecer! Ni escuchamos el despertador, evidentemente esta ciudad está agotando todas nuestras energías.
Era nuestro último día y teníamos que aprovechar urgentemente la horas que nos quedaban en nuestra querida Cartagena! Entonces, aplicamos a la perfección la frase de "te dan la mano y agarrás el codo", y volvimos a contactarnos con Fanny para ir al Hilton! Esta vez, Julio nos acompañó también, así que la happy colombian family fue toda juntita a disfrutar un espectacular día de "piscina".
Ya estábamos cancherísimas y nos movíamos por el Hilton como si fuera el living de nuestra casa. Creo que la vida de millonarias no nos sienta para nada mal y podríamos acostumbrarnos a ella perfectamente sin ningún problema... Además, papá Julio nos alquiló un "flotador" así que no nos privamos de ningún lujo!
A la hora de almorzar elegimos hacerlo en el pool bar. Eso implica que comimos metidos adentro de la pileta, apoyados en la barra! Pusimos en juego nuestra sana digestión, pero valía la pena el riesgo con tal de hacer algo distinto! Después, seguimos disfrutando la tarde hablando del "matri" a pleno sol.
Un rato más tarde, Dani y Julio tuvieron que partir para que el novio fuera a probarse su traje. Nosotras, las damas de honor (que ahora nos rebautizamos "damas de horror"), nos quedamos tomando sol y dejamos que mami y papi fueran a elegir tranquilos y sin apuro. Nos metimos al mar de la playa del Hilton, y creo que fue la primera vez que no vimos ningún vendedor "a la orden" que quisiera ofrecernos algo...
Cuando nos fuimos del hotel, llegó la hora del shopping! Todos los días veníamos postergando nuestras compras con el pretexto de que el último día compraríamos todo aquello que realmente valiera la pena. Entonces, teníamos una licuadora en la cabeza y ni nos acórdábamos qué habíamos visto y dónde! Ya nos convertimos expertas del regateo y somos capaces de bajar los precios aún más rápido de lo que tardan en subir en Argentina! Un récord absoluto.
En la Plaza San Pedro, vimos una pantalla gigante que parecía estar dando un espéctaculo del Festival de Cine de Cartagena que se está llevando a cabo desde el 24 de febrero. Veníamos cargando bolsas porque habíamos hecho compras en el supermercado para tomar el té. Papu, obviamente, tenía la bolsa de su tan amada Coca Cola de litro y medio, y por distraerse mirando la pantalla, trastabilló en el piso, y se cayó en el medio de la plaza! La imagen del episodio: una joven con vestido turquesa tirada, las patas para arriba, una ojota puesta y la otra ojota rota a unos metros, y una Coca Cola de litro rodando por el piso... Imposible contener la risa! 
No podíamos seguir recorriendo con esa ojota rota, y empezamos a buscar algún palito para poder arreglarla. Cuando le preguntamos a un vendedor ambulante si tenía algo que pudiera ayudarnos, se ofreció para ver qué podía hacer. En cuestión de minutos, la ojota ya estaba arreglada, y después de mucha insistencia, aceptó que le diéramos mil pesos. (ATENCIÓN! A no asustarse que eso sólo son 2 pe argentinos! Iremos al Hilton pero tampoco hay tanto capital...) Ya recuperadas de la caída, Papu por el golpe y nosotras por la risa, sí nos acercamos a la pantalla gigante para ver de qué se trataba. 
Proyectaron un corto que participa del festival, pero lo más interesante no es el corto en sí, sino la historia que hay detrás de su filmación. Se trataba de un proyecto que pretende fomentar el desarrollo audiovisual, que se llevó a cabo en Arjona, una zona de Bolívar acá en Colombia. Consiste en la enseñanza de actuación, manejo de cámaras, maquillaje artístico, escenografía, escritura de guiones, etc para chicos de entre 8 y 14 años. No sólo eran los actores del corto, sino que también habían escrito la historia ellos mismos, y estaban ahí mismo en la plaza viendo su producto final! 
Cuando terminó la proyección, pasaron todos los "mini actores" al frente y era emocionante ver su humildad, ya que antes de destacarse a sí mismos, agradecieron y reconocieron el trabajo de quienes les enseñan tanto día a día.
Con los bolsillos un poco más vacíos llegamos al departamento para comer, mientras que Dani salió a comer con Julio, Luis Miguel, Manuela y Silvana. Ese tiempo nos vino bien para terminar de armar las valijas, que no fue una tarea para nada fácil. Teníamos cosas por todos lados! Limpiamos cada rincón para dejar el departamento impecable, y lo dejamos casi tan perfecto como lo recibimos! O al menos eso creemos, el tío Julián ya dará su veredicto...
Llamamos a Luismi para ver dónde estaban, y nos dijo que estaban por salir para la clínica porque Dani se sentía bastante mal. Se nos averió la novia! Qué momento... Nos tomamos un taxi hasta el Hospital Bocagrande, y al poco rato salió Dani sin ningún tipo de gravedad ni diagnóstico alarmante. Era sólo una intoxicación por la comida de la noche anterior con Julio, que tampoco se sentía nada bien.
Fuimos a rumbear a un bar que quedaba en la bahía de Cartagena, y al rato nos fuimos para el centro. Cuando estábamos en el taxi, escuchamos música como de una fiesta en el mismo lugar que nos habíamos colado la vez anterior. No dudamos ni un segundo y le dijimos al taxista que nos bajara ahí mismo. La salsa nos llamaba a gritos!
Ni bien entramos y pasamos por al lado de la banda escuchamos un: "Pero llegaron las Argentinas!!!". Eso fue una clara evidencia de que nuestra actuación de la otra noche había sido más que memorable! Cuando quisimos acordar ya estábamos de nuevo paradas arriba del escenario con las maracas haciendo de bailarinas ante la mirada atónita de las mesas.
Resulta que esta vez no se trataba ni de una convención, ni de un casamiento. No parecía ser un evento, pero a las doce en punto le cantamos el cumpleaños a Eva (???), que creo que todavía debe estar en su cama pensando quiénes eran esas argentinas que le cantaron con tanto entusiasmo...
Ya estamos cada vez más cómodas en esta ciudad y hasta nos ubicamos a la perfección. Cuando nos volvíamos caminando para el departamento sin dudar siquiera en qué cuadra teníamos que doblar, Pilu reconoció que se sentía como volviendo de Bartolo para su casa en Buenos Aires! Evidentemente, ya nos sentimos como en casa...
Y ahora estamos por dormir un par de horitas, sólo un par, porque mañana a las 7 de la mañana nos tomamos el avión para Bogotá! Así que a las 5, arribaaa! Esperemos que el despertador no nos vuelva a traicionar...


The happy colombian family!



Almuerzo en la "piscina"



Los "mini actores" hablando de su corto



Tío Julian's angels!



Nuevamente animando "la chimba"...

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